miércoles, 21 de abril de 2010

Rubirosa, su princesa y el compadre (Competencia desleal)


A un pobre Don Juan vencido por Don Dinero.

A mi compadre, que padeció la afrenta.

Hacen unos dias, en una reunión etilica que tuve con mi compadre y una princesa en un suburbio de los mas populares de esta ciudad, mi compadre que es un hombre serio y trabajador, con vida de bohemio y figura de artista, aprovechó un momento en que la princesa que nos acompañaba fue al baño para hacerme una denuncia que por la gravedad que contiene, creo necesario hacerla pública a través de este blog, que para eso está, para servir a la colectividad y sobre todo a los vencidos de la vida y también del amor.

Les cuento que en los últimos tiempos han aparecido en la ciudad unos tipos muy adinerado que asignan apartamentos como si nada, donan Black Berry como propinas y hasta “montan” como reinas a cualquier muchachona, además de llevársela a conocer todos los resorts del Este, con mucho Blue Label, Gray Goose y Moet Chandon incluido, tambien la visten con accesorios Gucci, Channel y Cartier, llegando hasta a darle varios billetes azules para que no le acepten un brindis a ningun caballero que quiera ser galante y generoso con la chica.

El resultado de esta práctica de estos “papichorros” o "manosueltas" es cruel, inhumana y antidemocrática, pues ellas alejan las posibilidades de conquista de esforzados señores y humilde trabajadores de clase media, como mi compadre y la mayoria de mis amigos, que en sus limitadas opciones económicas no pasan de regalar un libro, un CD, un ramo de rosas, un atardecer en Bayahibe o unos ricos besos frente al mar… y poco más. Y así no debe ser.

En esto deberían meterse el PRD, PLD, PRSC y DNCD. Al fin, no todo es drogas, apagones o uso de recursos del Estado. Reivindiquemos también el derecho democrático al fornicio y a amores furtivos que merecen tener señores como mi compadre y el resto de mis amigos.

Esto sólo tiene un nombre: competencia desleal. Y a cuenta y riesgo lo digo: Así no, se compite, señores ricos.

Por eso, sin resentimiento ni complejos, cedo mi voz a las víctimas de estos nuevos ricos cuyos excesos económicos han sacado de la competencia del santo fornicio y sus placeres horizontales a gente buena y decente como mi compadre.

Y es que después de un Black Berry de última generación, cómo se aparece mi pobre compadre con un collar y unos aretes de bisuteria.

Así no, señores ricos, vivamos en democracia. Los excesos no son buenos, y la competencia desleal, tampoco.

El hombre adinerado que tanto se queja del gobierno y la DNCD porque le ponen presion por no saber de donde sacan tantos cuartos, tampoco deberían poner ese tipo de presion a la hora de competir por los cóncavos favores de una damisela de buen ver y mejor dar…

Esta es mi opinion segun lo que me ha contado mi sufrido compadre y que gustoso ya he explicado a ustedes.

Muchas gracias.

2 comentarios:

  1. jajajaja lo siento por tu compadre y por ti si es tu caso pero las mujeres ya no estamos en love,estamos en cash.

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  2. te veo feo para la pelea a parte de los atributos,que se pierden con el tiempo se necesita el EF!

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